2 Timoteo 1:6-7 TLA
“Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza. Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.”
En este pasaje Pablo alienta a Timoteo a no dejar de usar sus capacidades especiales para el servicio de la iglesia. Esto lo podemos extrapolar a nuestras vidas. Sin duda, Dios a cada uno de nosotros nos ha dado capacidades diferentes, algunos tienen facilidad para las relaciones humanas, otros para dirigir, otros para alentar, otros para enseñar y muchas otras. Sin embargo, lo que hace la diferencia es la disposición para dejar que Dios nos use. Que seamos usados por él es una bendición, pero requiere un corazón limpio y humilde.
Pablo no solo se queda en esta recomendación, sino que también nos alienta a confiar ya que el espíritu de Dios nos da poder. Requerimos de la asistencia del Espíritu Santo, no podemos hacer el trabajo solos. Es por esta razón que necesitamos el bautismo del Espíritu Santo! Si es que usted aun no ha sentido que se ha empoderado de Dios, pídalo! Nuestro Dios es generoso y su palabra nos dice que si le pedimos que su espíritu descienda así será. De esta misma manera lo invito a realizar una reflexión personal.
Estoy entregando todo lo que puedo para el servicio de Dios? He privado consciente o inconscientemente a otros de las capacidades/habilidades/dones y talentos que Dios me ha dado? Cómo puedo enriquecer mi servicio a Dios y cómo puedo potenciar mis capacidades?
Oro para que su semana sea muy bendecida y que el Espíritu de Dios descienda en cada uno de nosotros, la presencia de Dios marca la diferencia. No es sólo un instante del día, no sólo el domingo sino que es un caminar junto al Señor.
Mariana Sanhueza