Siendo una niña tenía una gran necesidad que no podía comprender, hasta que una amiga de mis padres me llevó a su iglesia. Fue ahí cuando comprendí que necesitaba del amor de Dios y, con tan sólo once años, abracé a Jesús quien ha sido la inspiración de mi vida. Luego de esta decisión toda mi familia (padres y hermanos) conoció a Dios y hasta el día de hoy les sirven junto a sus familias.
A los 27 años (mi esposo de 28), fuimos encomendados en la gran tarea de pastorear, sin embargo, mi principal ministerio fue formar primeramente a mi familia como siervos de Dios y, actualmente, mis cuatro hijos, además de tener sus carreras seculares, son pastores al servicio de la obra de nuestro Dios.
Paralelamente con la formación de mis hijos, estudié teología en el Instituto Bíblico Pentecostal. Este conocimiento más la propia experiencia al respecto de la crianza de los hijos, la familia, el matrimonio, el servicio, la fe, la oración y el ayuno como principales herramientas para combatir todas las batallas, y tantas otras cosas que Dios ha revelado a mi vida, es lo que comparto y enseño en nuestra congregación.
Dios bendiga a todo aquel que quiera unirse a nuestra gran familia.